El ultimo deseo de una
vecina del concejo de 84 años es encontrar los restos de su padre,
republicano fusilado durante la guerra civil cerca de Covadonga.
“ No me matéis que tengo tres
rapacinos”. Esas fueron las ultimas palabras de Ángel Busto Vega,
vecino de Tamón ( Carreño ) antes de ser fusilado junto a varios
compañeros republicanos a manos del ejercito franquista cerca de la
Cruz de Priena, en las montañas de Covadonga, probablemente a
finales de septiembre de 1937.
Sesenta y ocho años después de
aquel suceso, Hortensia Busto González, la pequeña de aquellos tres
“ rapacinos” que ahora cuenta con 84 años, quiere cumplir un
ultimo deseo vital: saber que fue de su padre y donde descansan
exactamente sus restos mortales. Para ello cuenta con la ayuda de su
nieta, Verónica Vicente, que lleva cinco años investigando el
paradero de su bisabuelo, sin éxito. Todo lo que tiene es el
testimonio de un compañero de Ángel, vecino de Solís ( Corvera de
Asturias ) que aquel fatídico día logro escapar del pelotón de
fusilamiento tirándose monte abajo. Este vecino ya fallecido, fue
quien escuchó sentida frase final de Busto Vega.
“ siempre quise saber lo que le
ocurrió a mi padre, pero no me atrevía a preguntarle a mi madre,
Elvira González Blanco, por no disgustarla”, explica Hortensia. “
solo se que trabajaba descargando barcos en El Musel de Gijon y
cuando comenzó la guerra el tenia 34 años y lo llamaron a filas
combatió a comienzos de la guerra civil con el ejercito republicano
en Santande donde fue herido, pero que yo sepa nunca estuvo afiliado
a dingun sindicato o partido”, narra.
Cuando regreso en tren a Asturias, y
apesar de que los republicanos daban la guerra por perdida, decidió
seguir luchando en la linea del Sella. Cogió entonces un tranvía a
Covadonga. A partir de ahí todo son conjeturas.
“ Al poco de acabar la guerra mi
madre, que contaba con 25 años, fue junto con su cuñado y un
hermano a buscarlo, primero en Santander y luego en Covadonga. Desde
las instituciones les dieron largas. Pasaron los años sin saber nada
y luego ya ni se atrevían a preguntar por el miedo que le daba que
la asociaran con aquellos rojos”, rememora Busto.
Tras una intensiva búsqueda lo
único que Verónica Vicente encontró fue su nombre en las listas
publicadas por el Foro pr la Memoria Histórica en las que figura
como saldado republicano muerto. El pasado mes de febrero acudió al
archivo del ayuntamiento de Cangas de Onis en busca de mas datos para
poder cumplir el deseo de su abuela, pero los esfuerzos aun no andado
sus frutos.
“ En principio no hay documentos
en el archivo que puedan ayudar a la localización de este hombre. La
única posibilidad es encontrar las fosas, pero en Covadonga hubo
cientos de fusilados, que pudieron quedar tirados de cualquier manera
en cualquier sima y el entorno de los Lagos es muy amplio”, lamenta
la responsable del archivo.
En busca de pistas.
La
única esperanza de Hortensia Busto es ahora que alguien identifique
a su padre y que pueda aportar detalles e historias que ayuden a su
localizacion. Mientras tanto abuela y nieta leen con atención todos
los artículos y publicaciones online o en papel que narran el final
de la resistencia republicana en el Frente del Norte en busca de
pistas. Así llego a la conclusión de que Agel Busto combatió en
Priena con la 184 brigada Mixta, antigua décima asturiana, dirigida
por Manolin Albarez, que hizo frente en Septiembre de 1937 a los
asaltos del bando nacional y de la aviación alemana con poco más
que granadas de mano.
A
finales de ese mismo mes, la V Brigada de Navarra recrudeció los
ataques sobre las inmediaciones de Covadonga: querían festejar la
fiesta del Caudillo establecida por decreto del 29 de Septiembre, con
la toma del real sitio, por ser un sitio de reconquista de España.
Paradojicamente, enviaron a los moros del IV Tabor de Alhucemas y
fueron estos quien tomaron Covadonga.
En
vez de por el valle como en la época de Don Pelayo, lo hicieron por
Cuesta Cavia, al medio día del 1 de octubre. La prensa del
movimiento presumió de no aver dejado vivo ni a un rojo y olvido
mencionar que el trabajo duro de aquellas refriegas, en las que
posiblemente fuera apresado Busto, lo hicieron guerreros rifeños.
NOTICIA PUBLICADA POR
LA NUEVA ESPAÑA EL MIERCOLES 11 DE MARZO DE 2015
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